En 2011, recibí el premio de las Naciones Unidas en la categoría de Diseño Gráfico, como parte del concurso 7 Mil Millones de Acciones. Inspirada en la premisa de contribuir a un mundo más sostenible, creé un diseño que transmitiera una reflexión: una panza de embarazada que connota el mundo, con el reflejo de un feto en la llama de una vela de cumpleaños, justo en el momento de pedir un deseo, simbolizando la importancia de tener decisiones responsables al traer hijos al mundo.
Este premio sigue siendo un recordatorio, de mi compromiso con el diseño como una herramienta para generar diálogo, inspirar y promover acciones con más conciencia.